Castigo mi cuerpo una y otra vez
Sin darme misericordia alguna
Hasta olvidar esta insensatez
De querer un mundo sin dolor.
Castigo mi cuerpo una y otra vez
Cuando el pensamiento vanal llega
Cuando de un minuto a otro mando al olvido la culpa
Y así, cual verdugo y víctima,
Sufro un poco la condena
La cual por El me ha sido quitada.
Castigo mi cuerpo una y otra vez,
Siendo hermano del que sufre abandono,
Del que batalla con su propia carne,
Del que mira tras las rejas,
Del que va directo a sentarse a la silla.
Castigo mi cuerpo una y otra vez,
No quiero que sea tan fácil,
Pues esto no es el camino ancho,
Es una puerta estrecha,
Bañada de sangre, maltrato, dolor, plegaria.
Castigo mi cuerpo una y otra vez,
Pues el paraíso esto aún no es.
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